La épica travesía del salmón

Los salmones son conocidos por su delicioso sabor y su épica travesía río arriba para desovar (depositar sus huevos). Pero, ¿Qué los impulsa a recorrer miles de kilómetros, desde el océano pacífico hasta las montañas de Canadá y Alaska?. La respuesta "fácil" es para desovar en aguas tranquilas con un lecho de grava donde los huevos y los alevines (crías recién nacidas, o eclosionadas, de peces) tengan más probabilidades de sobrevivir. Eso debería justificar la respuesta, pero... ¿por qué viajar tanto?.



Los salmones inician su ciclo de vida en los ríos poco profundos y de suelo pedregoso en las montañas de Alaska y Canadá. Pasan las primeras etapas de su vida en los ríos alimentándose de pequeños insectos hasta que llegan a la etapa "adolescente" (unos dos años), entonces nadan hasta el Océano Pacífico, algunos al Atlántico, donde pasan su vida adulta y ganan la mayor parte de su masa corporal (unos tres años, algunas especies hasta siete). En esta travesía, cuando llegan al estuario (sitio donde se junta el agua dulce del río con la salada del mar) pasan por un proceso de adaptación a las nuevas condiciones de agua salada, llamado esmoltificación.

El proceso de esmoltificación es complejo e involucra cambios hormonales, fisiológicos, conductuales necesarios para su adaptación a la vida marina (un ambiente hipertónico). El desarrollo de la tolerancia al agua salada del mar se debe a la reorganización de órganos osmo-reguladores como las branquias, intestinos y riñon, y es acompañado por un incremento en la actividad de la ATPasa de Na+/K+, un importante intercambiador fisiológico de iones. Se ha visto que la exposición a los los herbicidas disminuye la esmoltificación, elevando la tasa de mortalidad de los salmones en esta etapa de su vida.

Una vez en el mar, se alimentan de pequeños invertebrados marinos y algunos peces pequeños con el único objetivo de ganar peso y obtener energía para su travesía río arriba para el desove. Cuando llegan a la edad adulta, se desplazan ayudados por la geolocalización hacia el río donde nacieron. Esto lo hacen con gran precisión, algunos de ellos llegan justo al punto exacto donde sus padres desovaron uno o dos años atrás. Los salmones tienen un excelente sentido del olfato y lo utilizan para localizar su sitio de nacimiento una vez que están viajando río arriba.

En su paso del agua salada a la dulce, vuelven a sufrir su proceso de esmoltificación pero en sentido inverso, ahora para adaptarse a un ambiente hipotónico. Su migración ocurre en el otoño, en los meses de Septiembre a Noviembre.

Durante esta etapa del año ocurre un verdadero milagro ecológico, ya que los cientos de miles de ejemplares que viajan por los ríos sustentan la vida de muchas otras especies, incluyendo a los humanos, osos grises, lobos, aves de rapiña, pequeños mamíferos carnívoros, saprófitos e inclusive la vegetación al asimilar los nutrientes de los restos en descomposición metabolizados por microorganismos. Más de doscientas especies de animales dependen de los salmones. Todo un ecosistema que obtiene de los salmones la mayoría de los nutrientes nitrogenados que necesita, nutrientes que provienen del basto océano, miles de toneladas cada año.

Una vez que los salmones alcanzan el sitio de desove, la hembra "construye" un rudimentario nido (una pequeña zanja en el suelo del río) y libera los huevos mientras el macho los va fecundando. Después de esto, los exhaustos salmones mueren y sirven de alimento para las muchas especies que habitan los bosques, terminando así su ciclo de vida.

¿Por qué los salmones mueren después del desove?

Se trata de una estrategia evolutiva de reproducción. Todos las especies de seres vivos han evolucionado para resolver el problema de balancear la cantidad de energía usada para mantenerse con vida hasta la posibilidad de reproducirse. Algunos seres vivos se reproducen más de una vez y otros solo una. Los salmones son el caso extremo de una sola reproducción (común en algunos insectos, pero no en vertebrados).

Cuando los salmones inician su recorrido rió arriba, las funciones fisiológicas de mantenimiento del organismo se "apagan" y comienza una etapa de "envejecimiento". Estos peces usan su última energía para su migración y desove.

¿Por qué los salmones viajan tanto para depositar sus huevos?

Es una cuestión de adaptación evolutiva. Los salmones son especies migratorias, buscan las mejores condiciones de vida según las etapas de su desarrollo. Se agrupan en los peces Díadromos (del griego dia que significa "a través" y de dromos, "recorrido o carrera") que migran entre agua dulce y agua salada, y son del tipo Anádromos (del griego ana, "arriba" y dromos, "recorrido o carrera"), es decir, se dirigen del mar hacia los ríos para desovar. Los peces que van del agua dulce a la salada para poner sus huevos se denominan Catádromos (del griego cata que significa "abajo").

Los salmones encontraron en los ríos un ambiente tranquilo y con pocos depredadores para los huevos y alevines, mientras que en los océanos encontraron una riqueza en alimentos adecuada para los adultos (que ya no son presas sino cazadores). Con el paso del tiempo, los salmones migraron cada vez más río arriba hasta alcanzar los recorridos que hoy conocemos. Una especie de Salmón llamada "chum" (de la lengua indígena tzum que significa "punteado o marcado") llega hasta la zona norte de Canadá conocida como "el Yukón", cerca de Alaska, luego de más de 3200 Km de recorrido. Y ahora tenemos osos Grizzly en la zona límite del Circulo Polar Ártico comiendo nutrientes "elaborados" en el Océano Pacífico.


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BIBLIOGRAFIA

Solomon, K. R., Dalhoff, K., Volz, D., & Van Der Kraak, G. (2013). Effects of herbicides on fish. In Fish physiology Vol. 33, pp. 369-409. Academic Press.

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