Introducción a la célula
La célula es la unidad más pequeña que posee vida. También es la unidad estructural y funcional de todos los seres vivos pluricelulares. Desde "afuera" parece relativamente simple, sin embargo, vista desde "adentro" es una de las estructuras más complejas que conocemos.
Una célula interactúa con su entorno, puede alimentarse y generar residuos metabólicos. Puede crecer y dividirse en dos células. Es capaz heredar su material genético a sus "células hijas" y con ello sus habilidades, limitaciones (y también mutaciones). En resumen, puede hacer lo que hace el ser vivo con el que estemos más familiarizados.
Se plantea que la célula tuvo su origen en este planeta hace unos cuatro mil millones de años. La célula surgió a partir de un "caldo primitivo" de moléculas orgánicas que, con el pasar de millones de años, se auto-organizaron y originaron una estructura ultracompleja a la que hoy llamamos célula. Ciertamente es la teoría más plausible sobre el origen de la célula, sin embargo, cuando estudiamos a la célula a detalle parece improbable o realmente algo fascinante (depende el punto de vista el observador).
La complejidad funcional y estructural de la célula sobrepasa por mucho cualquier complejidad hecha por el hombre. Contiene un sinnúmero de moléculas de todos tamaños interactuando en una armónica sinfonía de eventos finamente coordinados para sustentar la vida de la célula y lo más impresionante de todo: para responder ante estímulos externos de manera eficiente. Una de las células más sencillas y estudiadas es la de la bacteria Escherichia coli, su genoma codifica para más de cuatro mil proteínas, y casi un veinte por ciento están anotadas como "hipotéticas", es decir, que no tenemos la más mínima idea de qué hacen.
Conocemos dos tipos de células denominadas procariontes y eucariontes. Las procariontes son más simples y carecen de sistemas membranosos internos, son las bacterias y las arqueobacterias. Las células eucariontes son mucho más complejas, poseen sistemas membranosos internos que conocemos como organelos ya que recuerdan a "órganos" que realizan funciones particulares dentro de la célula.
Los atributos que distinguen a las células son: su capacidad para duplicarse de una generación a la siguiente, la presencia de enzimas que mantienen un metabolismo y la presencia de una membrana que la separa del medio ambiente.
En este apartado dedicado a la célula trataremos las estructuras y funciones más importantes llevadas a cabo por las células. Esperamos que el recorrido les resulte tan apasionante como a nosotros.
Una célula interactúa con su entorno, puede alimentarse y generar residuos metabólicos. Puede crecer y dividirse en dos células. Es capaz heredar su material genético a sus "células hijas" y con ello sus habilidades, limitaciones (y también mutaciones). En resumen, puede hacer lo que hace el ser vivo con el que estemos más familiarizados.
Se plantea que la célula tuvo su origen en este planeta hace unos cuatro mil millones de años. La célula surgió a partir de un "caldo primitivo" de moléculas orgánicas que, con el pasar de millones de años, se auto-organizaron y originaron una estructura ultracompleja a la que hoy llamamos célula. Ciertamente es la teoría más plausible sobre el origen de la célula, sin embargo, cuando estudiamos a la célula a detalle parece improbable o realmente algo fascinante (depende el punto de vista el observador).
La complejidad funcional y estructural de la célula sobrepasa por mucho cualquier complejidad hecha por el hombre. Contiene un sinnúmero de moléculas de todos tamaños interactuando en una armónica sinfonía de eventos finamente coordinados para sustentar la vida de la célula y lo más impresionante de todo: para responder ante estímulos externos de manera eficiente. Una de las células más sencillas y estudiadas es la de la bacteria Escherichia coli, su genoma codifica para más de cuatro mil proteínas, y casi un veinte por ciento están anotadas como "hipotéticas", es decir, que no tenemos la más mínima idea de qué hacen.
Conocemos dos tipos de células denominadas procariontes y eucariontes. Las procariontes son más simples y carecen de sistemas membranosos internos, son las bacterias y las arqueobacterias. Las células eucariontes son mucho más complejas, poseen sistemas membranosos internos que conocemos como organelos ya que recuerdan a "órganos" que realizan funciones particulares dentro de la célula.
Los atributos que distinguen a las células son: su capacidad para duplicarse de una generación a la siguiente, la presencia de enzimas que mantienen un metabolismo y la presencia de una membrana que la separa del medio ambiente.
En este apartado dedicado a la célula trataremos las estructuras y funciones más importantes llevadas a cabo por las células. Esperamos que el recorrido les resulte tan apasionante como a nosotros.
Temas Selectos de Ciencias.
La célula como unidad portadora de Vida.
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