Introducción a la Inmunología
La Inmunología es una ciencia que se encarga de estudiar los mecanismos por los cuales el Sistema Inmunitario protege a los organismos multicelulares eukariontas (por ejemplo a los aminales y al ser humano) frente a las enfermedades infecciosas causadas por microorganismos, como bacterias, virus, hongos, y otros organismos como protozoarios o los gusanos parásitos tipo helmintos. La Inmunología también se encarga de estudiar las reacciones de hipersensibilidad que presenta el organismo frente a agentes extraños pero inofensivos como el polen o el chocolate. Otro campo de estudio es el de las enfermedades autoinmunes originadas cuando el sistema inmune ataca al propio organismo en vez de algún agente extraño. La inmunología también estudia los mecanismos de defensa del cuerpo frente al cáncer y frente al rechazo de trasplantes de órganos.
El término de inmunidad, del cual deriva el concepto de Sistema Inmune, proviene de la palabra immunitas (im: ninguno y munus: impuesto) de la antigua Roma y se refería a las personas que tenían derecho a no pagar los impuestos del imperio, es decir, tenían inmunidad. Hoy en día se sigue empleando ese término a la inmunidad diplomática en donde algunos diplomáticos están exentos de pasar por ciertos puntos de revisión internacional. El científico Luis Pasteur (1748-1823) introdujo el término inmunire (in: interior y munire: munición) refiriéndose al concepto de "armamento interno" que nos protege contra los agentes patógenos.
La función principal que tiene el Sistema inmunitario es la de reconocer los componentes propios del organismo y distinguirlos de los agentes extraños potencialmente patógenos. Una vez que identifica al agente externo, lo elimina. Para llevar a cabo esta acción, el Sistema Inmunitario consta de un conjunto de Órganos, Tejidos, Células y Moléculas que le sirven de "arsenal" contra los agentes patógenos.
¿Por qué los microorganismos quieren enfermarnos?. En realidad "no quieren hacerlo", no tienen ese objetivo. El cuerpo humano (y el de todos los animales) tiene muchas secreciones: Sudor, lágrimas, saliva, cerilla de las orejas, orina y heces. Todas estas secreciones representan una enorme fuente de alimento para los microorganismos y por lo tanto intentarán colonizar los sitios donde se producen. Si el Sistema Inmunitario no los elimina, terminarían por colonizar todo el cuerpo y al final nos matarían.
La Respuesta Inmune que ejerce nuestro cuerpo frente a los microorganismos patógenos (e incluso frente a los no patógenos) se puede dividir en dos grandes etapas: una respuesta inespecífica y una respuesta específica también llamadas innata y adaptativa respectivamente. En cada una de estas respuestas participan los diferentes órganos, tejidos, células y moléculas que mencionaremos más adelante en otros apartados. De manera muy general, podemos decir que la Respuesta Inmune Innata es rápida, inespecífica y carece de mecanismos de memoria, mientras que la Respuesta Inmune Adaptativa es lenta, altamente específica y sí tiene memoria.
La Respuesta Inmunitaria Innata consta de elementos preformados que se encuentran por todo el organismo y que están listos para activarse de manera rápida en cuanto detectan algún agente extraño (un Antígeno). Para que estos mecanismos sean rápidos, se enfocan en detectar patrones moleculares presentes en los microorganismos, denominados PAMPs (del inglés Pathogen Asociated Molecular Patterns: Patrones Moleculares Asociados a Patógenos) mediante el uso de receptores celulares inespecíficos. Este tipo de respuesta "no tiene memoria" por lo que cada vez que entran los antígenos al organismo se intentan eliminar de la misma manera.
Por otro lado, la Respuesta Inmunitaria Adaptativa sí tiene "memoria inmunológica" que le permite enfrentar las futuras infecciones por un determinado patógeno de manera más eficiente ya que puede generar una respuesta específica para ese microorganismo en particular. Sin embargo, todo este proceso toma tiempo por lo que esta respuesta es denominada "lenta" o posterior.
El reconocimiento de los agentes extraños al organismo, denominados antígenos se lleva a cabo gracias a que estos microorganismos tienen moléculas particulares en su superficie que son reconocidas por el sistema inmune y que activa los mecanismos de la respuesta inmune.
Los microorganismos pueden desarrollar mecanismos de resistencia y evadir la respuesta inmunitaria, razón por la cual se vuelven muy virulentos o patógenos peligrosos. Pero también el sistema inmunitario va desarrollando nuevos mecanismos para eliminar a estos patógenos, en lo que podríamos llamar una "Carrera Armamentista".
La inmunología es una ciencia compleja pero a la vez una de las más fascinantes de la rama de las ciencias naturales ya que aborda un tema de trascendental importancia: la defensa contra procesos infecciosos.
Ir al tema siguiente: La respuesta inmune innata.
El término de inmunidad, del cual deriva el concepto de Sistema Inmune, proviene de la palabra immunitas (im: ninguno y munus: impuesto) de la antigua Roma y se refería a las personas que tenían derecho a no pagar los impuestos del imperio, es decir, tenían inmunidad. Hoy en día se sigue empleando ese término a la inmunidad diplomática en donde algunos diplomáticos están exentos de pasar por ciertos puntos de revisión internacional. El científico Luis Pasteur (1748-1823) introdujo el término inmunire (in: interior y munire: munición) refiriéndose al concepto de "armamento interno" que nos protege contra los agentes patógenos.
La función principal que tiene el Sistema inmunitario es la de reconocer los componentes propios del organismo y distinguirlos de los agentes extraños potencialmente patógenos. Una vez que identifica al agente externo, lo elimina. Para llevar a cabo esta acción, el Sistema Inmunitario consta de un conjunto de Órganos, Tejidos, Células y Moléculas que le sirven de "arsenal" contra los agentes patógenos.
¿Por qué los microorganismos quieren enfermarnos?. En realidad "no quieren hacerlo", no tienen ese objetivo. El cuerpo humano (y el de todos los animales) tiene muchas secreciones: Sudor, lágrimas, saliva, cerilla de las orejas, orina y heces. Todas estas secreciones representan una enorme fuente de alimento para los microorganismos y por lo tanto intentarán colonizar los sitios donde se producen. Si el Sistema Inmunitario no los elimina, terminarían por colonizar todo el cuerpo y al final nos matarían.
La Respuesta Inmune que ejerce nuestro cuerpo frente a los microorganismos patógenos (e incluso frente a los no patógenos) se puede dividir en dos grandes etapas: una respuesta inespecífica y una respuesta específica también llamadas innata y adaptativa respectivamente. En cada una de estas respuestas participan los diferentes órganos, tejidos, células y moléculas que mencionaremos más adelante en otros apartados. De manera muy general, podemos decir que la Respuesta Inmune Innata es rápida, inespecífica y carece de mecanismos de memoria, mientras que la Respuesta Inmune Adaptativa es lenta, altamente específica y sí tiene memoria.
La Respuesta Inmunitaria Innata consta de elementos preformados que se encuentran por todo el organismo y que están listos para activarse de manera rápida en cuanto detectan algún agente extraño (un Antígeno). Para que estos mecanismos sean rápidos, se enfocan en detectar patrones moleculares presentes en los microorganismos, denominados PAMPs (del inglés Pathogen Asociated Molecular Patterns: Patrones Moleculares Asociados a Patógenos) mediante el uso de receptores celulares inespecíficos. Este tipo de respuesta "no tiene memoria" por lo que cada vez que entran los antígenos al organismo se intentan eliminar de la misma manera.
Por otro lado, la Respuesta Inmunitaria Adaptativa sí tiene "memoria inmunológica" que le permite enfrentar las futuras infecciones por un determinado patógeno de manera más eficiente ya que puede generar una respuesta específica para ese microorganismo en particular. Sin embargo, todo este proceso toma tiempo por lo que esta respuesta es denominada "lenta" o posterior.
El reconocimiento de los agentes extraños al organismo, denominados antígenos se lleva a cabo gracias a que estos microorganismos tienen moléculas particulares en su superficie que son reconocidas por el sistema inmune y que activa los mecanismos de la respuesta inmune.
Los microorganismos pueden desarrollar mecanismos de resistencia y evadir la respuesta inmunitaria, razón por la cual se vuelven muy virulentos o patógenos peligrosos. Pero también el sistema inmunitario va desarrollando nuevos mecanismos para eliminar a estos patógenos, en lo que podríamos llamar una "Carrera Armamentista".
La inmunología es una ciencia compleja pero a la vez una de las más fascinantes de la rama de las ciencias naturales ya que aborda un tema de trascendental importancia: la defensa contra procesos infecciosos.
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Sistema Inmunitario, diferenciando lo propio de lo ajeno.
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